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Jornada Segunda

[Escena 2]

177v

Entra Quiñones, el paje. 183

Qui. Don Antonio mi señor1065
entra con dos peregrinos.

Entran Don Antonio, Cardenio, Torrente y Muñoz.

Ant. ¿Vuestros intentos divinos
fueran disculpa al rigor

del no vernos? Car. Así es,
pero yo señor holgara1070
que esta deuda se pagara
de espacio, y fuera después

de mi peregrinación,
que no se puede escusar.
Ant. Fácilmente habéis de hallar1075
en mi voluntad perdón.

Car. ¿Es mi señora y mi prima?
Ant. La misma. Car. Oh mi señora,
rico archivo donde mora
de la belleza la prima. 184 1080

no me niegues estos pies,
pues no merezco esas manos.
Dor. [Aparte] Peregrinos cortesanos
son éstos. Ant. No tan cortés

señor primo, que mi hermana1085
está del caso suspensa.
Muñ. [Aparte] La traza de lo que él piensa
es más cortés que no sana. 185

Mar. Señor, para que me muestre
con el respeto debido1090
a quien sois, el nombre os pido.
Ant. Vuestro primo don Silvestre

de Almendárez, vuestro esposo,
o el que lo tiene de ser. 186
Mar. Mudaré de proceder1095
con un huésped tan famoso:

los brazos habré de daros,
que no los pies primo mío.
Muñ. [Aparte] Destos principios yo fío
que son más dulces que caros.1100

Car. No fue huracán el que pudo
desbaratar nuestra flota,
ni torció nuestra derrota
el mar insolente y crudo.

No fue del tope 187 a la quilla 1105
mi pobre navío abierto,
pues he llegado a tal puerto,
178r y pongo el pie en tal orilla.

No [mis] riquezas sorbieron
las aguas que las tragaron,1110
pues más rico me dejaron
con el bien que en vos me dieron.

Hoy se aumenta mi riqueza,
pues con nueva vida y ser
peregrino llego a ver1115
la imagen de tu belleza.

Entra Ocaña.

Oca. Desta común alegría
alguna parte quizá
mi tristeza alcanzará,
que está como estar solía.1120

Desde aquí quiero mirarte
si es que te dejas mirar,
de mi suerte amargo azar
de mi bien el todo y parte.

Puesto en aqueste rincón1125
como lacayo sin suerte,
veré quizá de mi muerte
alguna resurrección.

Mar. La desventura mayor,
más espantosa y temida,1130
es la de perder la vida.
Ant. Primero es la del honor.

Mar. Ansí es, y pues vos primo
con honra y vida venís,
mal haréis si mal sentís1135
del mal que por bien yo estimo,

y en llegar adonde os veis
habéis de tener por cierto,
que habéis arribado a un puerto
adonde restauraréis1140

las riquezas arrojadas
al mar, siempre codicioso.
Car. Tendrá el que fuere tu esposo
las venturas confirmadas.

Tor. ¿Doncella acaso es de casa?1145
Cri. No soy sino de la calle.
Tor. Eso no, que aquese talle
a los de palacio pasa.

¿Sirve en ella? Cri. Soy servida. 188
Tor. La respuesta ha sido aguda.1150
Oca. Ten pulcra la lengua muda.
No la descosas perdida.

Tor. ¿El nombre? Cri. Cristina. Tor. Bueno
que es dulce. Con ser de rumbo
¿túmbase? 189 1155 Cri. ¡Yo no me tumbo!
¡Basta! ¡Que tiene barreno 190

el indianazo gascón! 191
Tor. Yo señora como ves,
soy criollo perulés,
aunque tiro a borgoñón.1160

Ant. Reposaréis primo mío,
y después saber querría
del buen estar de mi tía,
de vuestro padre y mi tío.

Oca. ¡Oh peregrino traidor,1165
cómo la miras! ¡Oh falsa,
cómo le vas dando salsa
al gusto de su sabor!

Tor. Pluguiera a Dios que nunca aquí viniera,
o ya que vine aquí, que nunca amara,1170
o ya que amé, que amor se me mostrara
de acero no, sino de blanda cera…

Car. Depositario fue el mar
de tus cartas y presentes.
Oca. [Aparte] El alma tengo en los dientes.1175
Casi estoy para espirar.

178v

Tor. …o que de aquesta fregonil guerrera,
de los dos soles de su hermosa cara,
no tan agudas flechas me arrojara,
o menos linda y más humana fuera.1180

Mar. Entrad señor do podáis
mudar vestido decente.
Car. Mi promesa no consiente
que esa merced me hagáis.

Tor. Éstas sí son borrascas no fingidas,1185
de quien no espero verdadera calma,
sino naufragios de más duro aprieto.

Car. No puedo mudar de traje
por un tiempo limitado:
que esta pobreza ha causado1190
la tormenta del viaje.

Tor. ¡Oh tú, reparador de nuestras vidas,
Amor, cura las ansias de mi alma,
que no pueden caber en un soneto!
Ant. A no ser tan perfecto 192 1195
primo vuestro designio, yo hiciera
que por otra persona se cumpliera.

Éntranse Marcela, Don Antonio, Dorotea y Cristina, [ Quiñones] y Cardenio.

193

Quedan en el teatro Muñoz, Torrente y Ocaña.

Muñ. No me habléis [Torrente] hermano,
que nos escuchan y siento
que en nuestro famoso intento1200
el callar es lo más sano.

Éntrase Muñoz.

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